El Autoconvencimiento y el concepto de La Técnica Inexistente

El maestro Luis García ha compartido unas reflexiones que gustoso también comparto. Gracias a sus comentarios me he dado cuenta que me he acercado al concepto de "técnica inexistente" por el camino del autoconvencimiento (las bases generales de esta teoría están plasmadas en el libro Cartoilusionismo). De hecho, lo que cada vez hago más es eliminar todas las técnicas posibles de los juegos y sustituirlas por detalles psicológicos y de autoconvencimiento que se consiguen dentro de la construcción del juego, tanto como secuencias aisladas como en la línea argumental global de juegos secuenciados o de toda la sesión. Todo apoya a todo como el bosque que bajo tierra comparte las raíces con todos los árboles siendo un mismo ente. Por ejemplo, en Cartoilusionismo hay muchos ejemplos; en el juego Ases al estuche a lo Al Baker, elimino todas las enseñadas que hacía el autor originalmente por implantar en el espectador la imagen de los Ases en la baraja; lo llamo implantar una "idea sin idea", pues yo solo evoco una imagen y él hace el resto (al visualizar los Ases en la baraja queda autoconvencido por él mismo de que los Ases están en la baraja), lo que puede ser una especie de alquimia mental, pues se le manipula directamente las ideas de forma sutil. En próximas entradas hablaremos más del concepto de la técnica inexistente (la filosofía zen y el arte de la memoria), y seguir aclarando conceptos.

REFLEXIONES BREVES SOBRE CARTOILUSIONISMO:
Luis García

MOTIVOS DE UNA AGRADABLE SORPRESA

El libro Cartoilusionismo de Manu Montes contiene un análisis estructural de un nivel que me ha sorprendido por su profundidad. Como no podía ser de otra forma parte de la concepción de Ascanio, fuente de la que todos hemos bebido, y de la Vía Mágica de Tamariz, pero hay aportaciones nuevas que me gustaría analizar desde los principios de la Carto2º.

1. LA TEORÍA DEL AUTOCONVENCIMIENTO

Pregunta: ¿Se puede cambiar el dorso de una baraja azul a rojo sin cambiar de baraja?. En la cartomagia ordinaria la respuesta es NO. Es imposible que una baraja cambie sin un cambio de baraja, dirán los clásicos. Pero la respuesta en la Carto2º es SI, y una solución es el “autoconvencimiento” del espectador acerca del color inicial de la baraja. El cambio de baraja se transforma en una Técnica Inexistente, eso de lo que todos hablan y se entiende todavía poco, porque es tan simple que resulta inexplicable.
En la versión actual de la Umf (Unidad Metafórica) “Las Damas Blancas” he añadido, como efecto final, el cambio de color de toda la baraja. Pero no hay ningún cambio de baraja. Inicialmente la baraja fundamental (Figuras y Puntos, 48 cartas) es de dorso rojo, los ases, comodines, carta clave y carta extra blanca (9 cartas) son de dorso azul, y el conjunto está en un estuche azul: las cartas oscuras son de dorso azul y las cartas luminosas de dorso rojo, según la clasificación metafórica.
Por acción de las cartas oscuras, las cuatro damas viajan al otro mundo, cambian de color, como testimonio del viaje, y finalmente regresan a sus nuevos cuerpos transformados, según la secuencia clásica. Pero en la nueva versión, el Príncipe del Reino Futuro no solo despierta a las damas durmientes sino que, ante su presencia, todo el Reino despierta y se transforma. Y este sí que es un final comercial digno del juego, que se consigue mediante una técnica inexistente.


2. EL ANÁLISIS LÓGICO DE LAS PISTAS FALSAS

El análisis lógico planteado por Manu Montes representa un paso más en el modelo teórico de las Pistas Falsas de Tamariz: al cuarto de los cinco niveles de reacción lógica del espectador ante el efecto mágico, añade un quinto al que duda en llamar el “ideal mágico” pero siente como cercano al límite. Y de hecho es el límite… de la cartomagia ordinaria, donde siempre hay un truco que ocultar y posibles soluciones lógicas que bloquear.
Las Pistas Falsas, y cualquier análisis que sobre este modelo se haga, parte de la hipótesis de que el espectador querrá resolver lógicamente el efecto mágico que se le plantea. Si esto es lo único que se le plantea, el espectador está condenado, por su estructura mental interna, a intentar resolverlo. Pero si además hay “trasmisión de emoción”, “sensación mágica” y “creación de un clímax” global, puede que en lugar de retornar a la lógica, el espectador prefiera acogerse a una “causa mágica”.
Este “posible retorno a una causa mágica” es ya una visión anticipada de la Carto2º. La “causa mágica” es precisamente el efecto metafórico, es decir, el efecto real, puesto que el basado en el truco siempre es falso. Si el Ef.Mf (Efecto Metafórico) se produce, el inconsciente no le llevará a buscar reconstrucciones lógicas sino a sumergirse en la magia. Antes de perder más tiempo en bloquear sus esfuerzos lógicos merece la pena profundizar en sus expectativas metafóricas. Y esto no es posible si el mago no cree en la Magia.
Volviendo al ejemplo de la Damas Blancas, el Ef.Mf es el de la Bella Durmiente de los hermanos Grimm: La princesa durmiente es el Alma del Mundo esperando el despertar del Espíritu. Tras el cambio de color de toda la baraja parece que ya no hay nada más que hacer. Sin embargo queda lo más importante. ¿Para qué toda esta historia? Para que el efecto real pueda plantearse y el inconsciente del espectador esté activado para aceptarlo. Cito textualmente el guión:

EfMf: LA MAGIA DESPIERTA AL MUNDO DORMIDO

Como todos los juegos de magia También este tiene un secreto. Lo que no tiene truco es el mensaje del cuento: Como el Palacio de la Bella Durmiente Nuestro mundo está dormido Y vive en una pesadilla De la que solo con una Magia Auténtica Podremos despertar

3. LA SEGUNDA HIPÓTESIS

“Si el espectador no encuentra soluciones alternativas, si no hay vía de escape, la única solución es la magia”. Esta segunda hipótesis del modelo de las Pistas Falsas, solo es cierta en la mente racional del mago. El espectador no va a poner, de su cosecha, una solución mágica si el mago no se la ofrece o recurre a una “magia, magia” abstracta e incomprensible, que no dice nada.
La percepción de la realidad como una mala pesadilla de la que es posible despertar tiene un impacto brutal en el inconsciente del espectador, porque sabe perfectamente que es cierto y se lo acaban de expresar con total claridad. Pero la “solución mágica” hay que ofrecérsela el espectador. Esa “solución” es precisamente lo que queremos expresar con nuestra sesión de magia.