sábado, 31 de julio de 2010

¡Óle y olé!

Recién llegado de despedirme de Juan Luis en una concurrida playa malagueña y tras disfrutar de un buen desayuno y una agradable charla mágica de maravillas mil (je,je) un rato me tomo para describir brevemente su fugaz paso por Málaga.

La charla que impartió ayer ante el Círculo de Ilusionistas Malagueños, en un local que parece diseñado para él, es de lo más grande en magia que se puede ver. Un dominio del público y de los detalles pensados por y para ellos, para hacerles vivir la emoción de la magia, ha sido su gran nota de maestría que ha dejado clara con notoriedad. Es increíble cómo con solo tres cartas se pueden despertar tantas emociones, tanto asombro y tanta magia, en su manejo de la Carta General. Y cómo de verdad puede llegar a hacer creer que hace que un espectador olvide su carta y otro la recuerde para olvidar de nuevo. Y los dados esclavizantes de cartas con un impacto mágico fuera de lo común... Un sinfín de maravillas de la mano de este gran mago y persona. Sabes lo que te digo... ¡Óle Rubiales!


Por cierto: esto es un anacardo


Para más crónica sobre este viaje, visita La Pequeña Bitácora.
Y Atentos mañana...


¡Abrazos!

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